martes, 16 de octubre de 2012

Música y Educación, revista trimestral


MÚSICA Y EDUCACIÓN
REVISTA TRIMESTRAL DE PEDAGOGÍA MUSICAL

MÚSICA Y EDUCACIÓN es la más veterana y prestigiosa revista de pedagogía musical que se publica en España. Tras veintitrés años de existencia ha consolidado su presencia gracias a la confianza de sus suscriptores.
Sus lectores y lectoras son principalmente profesionales de la enseñanza musical procedentes de todos los niveles educativos (primaria, secundaria, universidades, conservatorios y escuelas de música) inquietos e interesados por estar al corriente de las últimas novedades de investigación, recursos didácticos, publicaciones, partituras, convocatorias de cursos, concursos y becas, noticias, legislación, etc.
También son muchos los centros educativos, bibliotecas, instituciones o asociaciones que están suscritos y que han convertido nuestra revista en una referencia y punto de consulta obligado.
Música y Educación fue fundada por el entusiasta musicólogo don Mariano Pérez, prematuramente fallecido, y en la actualidad está dirigida por otra destacada personalidad, el compositor y catedrático don Manuel Angulo. Su consejo de redacción y equipo de colaboradores está compuesto por expertos de diversos ámbitos de la música, la educación y la comunicación.
 
MÚSICA Y EDUCACIÓN

Número 91 - Octubre 2012
 
EDITORIAL

En pos de un ideal



Muchas conquistas que considerábamos consolidadas han mostrado con la crisis financiera sus debilidades. Sabíamos que la incorporación de las enseñanzas artísticas al sistema educativo aún tenía muchos pasos que dar. Lo que tal vez no habíamos valorado suficientemente es la necesidad de seguir defendiendo, a estas alturas, su bondad pedagógica. En épocas de prosperidad, las artes se expandieron en todos los espacios sociales; con la recesión parecen contraerse, a la par que esto se justifica, como hace el ministro del ramo, en favor de materias que considera prioritarias, es decir, la lengua y las ciencias, olvidando que las artes son comunicación y conocimiento.

Estas consignas inadecuadas adoptan un paradigma educativo basado en una concepción arcaica de la disciplina, el esfuerzo, la autoridad, el rendimiento, el individualismo y la competitividad. Estas ideas se difunden dibujando un marco artificial que tiene poco que ver con la realidad, pero que los gobernantes emplean para dominar a una población cada vez más descontenta con su gestión. Muchos educadores sabemos que para ayudar a crecer, y no sólo adiestrar a los niños, es más eficaz estimular la motivación, la participación, la creatividad, el respeto, la flexibilidad, los logros y la crítica. En Internet se puede ver “La educación prohibida”, un interesante documental realizado en ocho países, con entrevistas a más de noventa educadores, que destaca la necesidad abandonar las rutinas estériles y de renovar la educación desde una perspectiva crítica y libre, en la cual las artes juegan un papel crucial. Otro documental recién estrenado, que se titula “Sólo es el principio”, muestra el desafío de enseñar conceptos filosóficos a niños de tres a cinco años, desmontado muchos prejuicios. En Youtube están teniendo gran éxito las conferencias de Ken Robinson (autor del libro El elemento) en las que habla de los paradigmas educativos y de la importancia de las artes. Robinson dice que no se puede llegar al futuro con escuelas del pasado, segregando al alumnado para garantizar determinados resultados académicos. Robinson reivindica el papel de las artes y de la creatividad, que la escuela anacrónica inhibe o suprime, despilfarrando el talento que tienen los niños y que les hará falta para enfrentarse a un porvenir que no podemos prever. ¿Por qué no dedicar los mismos esfuerzos a hacer música y a sentirla que a estudiar lengua y matemáticas? ¿Qué inconvenientes o ventajas podría suponer ello? ¿Cómo podrá influir en los niños cuando sean adultos? Es necesario revisar nuestras ideas sobre el éxito académico o, a la inversa, sobre el fracaso escolar. Es el sistema el que está fracasado y no los niños. Huir hacia el pasado, restaurando modelos obsoletos, no es ninguna solución. Debemos reflexionar y revisar nuestras ideas sobre la educación. Howard Gardner formuló hace años la teoría de las inteligencias múltiples, apelando a la combinación de ocho capacidades fundamentales: lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista. Las artes y las experiencias creativas favorecen el desarrollo transversal de todas estas capacidades, abriendo nuevos horizontes de comunicación y de comprensión. Contribuyen a renovar los paradigmas educativos y, al mismo tiempo, nuestra forma de pensar y de entender el mundo. A pesar de lo manifiesten las autoridades, el mundo sigue girando.

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